jueves, 1 de enero de 2009

Palimsesto de principio de año.

"Tal vez la suerte
se mostró artista al separarlos
antes que el tiempo los transformara.
Uno seguirá siendo siempre para el otro
el bello joven de veinticuatro años..."

Fragmento de "Antes que el tiempo los
transformara" de Constantino Cavafis.


Cuadro de Rodolfo Morales, lo fotografié en la retrospectiva en su honor, Museo de Arte Moderno, Ciudad de México.

¿Como te rehaces? ¿Como dejas atrás la piel de los años que se te acumularon encima sin siquiera darte cuenta?
¡Oh, mejor aún! ¿Como te deshaces del caprichoso corsé que has construido a base de miedos, sinsabores, desilusiones, pánicos?
En fin, creo que sólo en el sueño, mi querida Sor Juana, podemos entrar a esa mansión... "Piramidal, funesta, de la tierra/ nacida sombra, al cielo encaminaba/ de vanos obeliscos punta altiva,/ escalar pretendidendo las estrellas..." Soñar no cuesta nada, dijo Chava Flores, pero quizá el argumento mas contundente para seguir vivo dentro de un sueño, la da Quevedo, multicitado por bueno, por cierto, por grosero.


Obra de Remedios Varo, colección de Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México.

"Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí. 25
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son. 30..."


"Mujer tirando la cabeza de su padre a la salida del sicoanalista" Colección del Museo de Arte Moderno, ciudad de México.

Claro, he de recurrir a mis autoridades para acreditar la defensa a mansalva y quemarropa de mis sueños. ¿En que camino voy? ¿Oiga señor, por aquí se llega a Roma? ¿Que cirugía puede ayudarme a encontrar un rostro familiar atrás de mis pupilas? Se me perdió... veníamos caminando, y me perdí. Cuando me busqué, no encontré algo que me satisficiese. No ahora, no después de haber desperdiciado lo mejor, tiempos atrás, por llorar mi desgracia. Pero me tengo que reconciliar con todas las mujeres -y hombres- que habitan en mí y quieren arrebatar la palabra.


"Las dos fridas", fragmento. Frida Kahlo, colección del Museo de Arte Moderno, Ciudad de México.

Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí;
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser..."
Gioconda Belli, "No me arrepiento de nada", fragmento.
¡Uy Giocondita, te debo lo de las caderas anchas, no saqué el lado tehuano de la familia, prefiero decir que gracias a mi abuelo gozo de otra estructura corporal, mas... como te digo... espigadita. Pero que sobre mi frágil figura se abalanzan esas impertérritas niñas buenas, y las holgazanas, y las que se resisten a moverse, se adivina en mi piel. Sigo atrapado en mí mismo, pero sin sueños en la mano, los necesito, se me perdieron el año pasado. ¿Donde está el sueño sevillano, y el florentino, y el que tenía paredes de jaspe verde, donde están?

A encontrarlos, a encontrarme, a soñar...

Pero... ¿Y si lo encuentro, se acabará el artificio del tiempo que me susurró Cavafis? ¿El que fui ayer será siempre para el que seré, guardará el pacto? ¿Quedará memoria del que se va? O también la perderé, junto con los sueños que me entregó.

Solo una certeza tengo, el ejército de monjas de papel y santos de palo me acompaña, nunca me ha dejado. No se si Dios exista, pero las réplicas imaginadas de Él en el barroco, siguen de pie enmedio del lago, me reconfortan.


"La ciudad de México" Miguel Noreña, cúspide del Monumento Ipsográfico en honor a Enrico Martínez, 1878, originalmente en la Plaza del Seminario, actualmente en la Plaza del Marqués del Valle, Zócalo de la Ciudad de México.