jueves, 18 de septiembre de 2008

Querétaro barroco

Otra entrega desde la ciudad de Querétaro. En la plaza de los fundadores, presidida por la estatua del marqués del Valle del Villar del Águila, la magnífica Casona Ecala revela su faz. Balcones espléndidos y encajería de cantera y hierro con un gusto que vá desde el barroco al rococó. Por sus dinteles y alféizares asomaron los marqueses sus cacarizas caras cubiertas de chiquiadores.
Aquí, el balcón central de la casa, es de admirar el trabajo en hierro de las dos aves fénix, y el firso de talavera "chinesco".


Una de las ventanas mas primorosas del barroco mexicano que he podido descubrir es la del costurero de la marquesa de Ecala. Ái los dejo con el merengazo.



Tras contratar el típico tranvía "turístico" en el centro de la ciudad, nos montaron en un tranvía llamado ... "Carambada" (¿Marlon, donde estás?) Nos dieron un paseíto por la ciudad, el guia, chacalito queretano, mezclaba la historia virreinal con un dejo de romanticismo ramplón, muy típico de provincia. La cereza del pastel fue la visita al panteón de los queretanos ilustres. Eregido en terrenos del antiguo convento de la Santa Cruz de franciscanos, le robó la ciudad la capilla para el panteón, ahora es un pequeño museo. En el atrio mortuorio, se puede admirar la siguente estatua:

Resultó, como lo dice la placa del zócalo, el primer mártir de la revolución de Independencia. Custodiaba armamento para los insurgentes y los realistas lo capturaron, lo enviaron a trabajos forzados en Filipinas y con el tiempo le hicieron este raro ejemplo de estatuaria homoerótica emparentada con los sansebastianes y los sancirstóbales sexys.



Por último, el mausoleo imperial decimonónico en honor a Josefa Ortiz de Domínguez, esposa de Miguel Domínguez, Corregidor (Gobernador) del actual territorio de Querétaro. Intrigante e intrigosa mujer a quien debemos el primer chisme insurgente y el primer retrato femenino aguileño de perfil.

Lindo Bajío



Querétaro, tierra fundada sobre la leyenda de Santiago mataindios. Provincia prístina llena de caballos, músicos callejeros y harta iglesia. Para muestra, varios botones:

Lean el letrerito, inocencia pura a las afueras de la antigua casona de la marquesa del Valle del Vilar del Águila.


En la atolería "Arteaga, sobre la misma calle queretana, mientras degustaba un atole de limón pude regodearme con esta colección de refrescos incunables provincianos. ¡Salud!




Observese la botella de Bimbo, resabios de barroco en las estrías móviles del envase. Ya lo dijo Carpentier, vivimos en el Realismo mágico.

Viajes por la américa ignota (Ibargüengoitia dixit)



Disfrutar de una efeméride patria mexicana como el cumpleaños del dictador Porfirio Díaz mientras se camina por la ciudad de Santiago de Querétaro, enaltece. Redescubro una elegante ciudad con fuertes resabios de provincia, y edificios dignos de una gran ciudad inspirada en la devoción desbocada de plateros y comerciantes por embellecerla, construir para perdurar en la memoria.






El mascarón que se admira en el contrafuerte botarel de esta espléndida iglesia
barroca de Santa Rosa de Viterbo, en lo que fueron los linderos de la ciudad virreinal, recuerda a las decoraciones asiáticas que llegaron a conocerse por el tráfico de piezas suntuarias chinas, coreanas, japonesas. "Chinerías" en la fachada tan peculiar del Beaterio.


El templo estaba cerrado, una verdadera tragedia para mi espíritu de beata. Sin embargo El portón del antiguo Beaterio estaba abierto y dejaba entrever las excavaciones que realizaban unos trabajadores, con tuberías modernas. Por ningún lado pude encontrar datos sobre la intervención con sellos del INAH.


Una de las portadas del templo, ofrecen un diseño elegante y sobrio típicos de la arquitectura queretana.