jueves, 31 de enero de 2013

Carta sin destinatario.



Carta

El palomar de las cartas
abre su imposible vuelo
desde la trémulas mesas
donde se apoya el recuerdo,
la gravedad de la ausencia,
el corazón, el silencio.

Oigo un latido de cartas
navegando hacia su centro.

Donde voy, con las mujeres
y con los hombres me encuentro,
malheridos por la ausencia,
desgastados por el tiempo.

Cartas, relaciones, cartas:
tarjetas postales, sueños,
fragmentos de la ternura
proyectados en el cielo,
lanzados de sangre a sangre
y de deseo a deseo.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré.

En un rincón enmudecen
cartas viejas, sobres viejos,
con el color de la edad
sobre la escritura puesto.
Allí perecen las cartas
llenas de estremecimientos.
Allí agoniza la tinta
y desfallecen los pliegos,
y el papel se agujerea
como un breve cementerio
de las pasiones de antes,
de los amores de luego.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,  
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré.

Cuando te voy a escribir
se emocionan los tinteros:
los negros tinteros fríos
se ponen rojos y trémulos,
y un claro calor humano
sube desde el fondo negro.
Cuando te voy a escribir,
te van a escribir mis huesos:
te escribo con la imborrable
tinta de mi sentimiento.

Allá va mi carta cálida,
paloma forjada al fuego,
con las dos alas plegadas
y la dirección en medio.

Ave que sólo persigue,
para nido y aire y cielo,
carne, manos, ojos tuyos,
y el espacio de tu aliento.
Y te quedarás desnuda
dentro de tus sentimientos,
sin ropa, para sentirla
del todo contra tu pecho.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré.

Ayer se quedó una carta
abandonada y sin dueño,
volando sobre los ojos
de alguien que perdió su cuerpo.
Cartas que se quedan vivas
hablando para los muertos:
papel anhelado, humano,
sin ojos que puedan verlo.

Mientras los colmillos crecen,
cada vez más cerca siento
la leve luz de tu carta
igual que un clamor inmenso
La recibiré dormido,
y si no es posible despierto.
Y mis heridas serán
los derramados tinteros,
las bocas estremecidas
de rememorar tus besos,
y con su inaudita voz
han de repetir: te quiero.

Miguel Hernández

domingo, 8 de enero de 2012

Quebrantar la cárcel...



Afuera, afuera, ansias mías;
no el respeto os embarace:
que es lisonja de la pena
perder el miedo a los males.
Salga el dolor a las voces
si quiere mostrar lo grande,
y acredite lo insufrible
con no poder ocultarse.
Salgan signos a la boca
de lo que el corazón arde,
que nadie creerá el incendio
si el humo no da señales.
No a impedir el grito sea
el miramiento bastante;
que no es muy valiente el preso
que no quebranta la cárcel.
El que su cuidado estima,
sus sentimientos no calle;
que es agravio del motivo
no hacer del dolor alarde.
Mayor es, que yo, mi pena;
y esto supuesto, más fácil
será, que ella a mí me venza,
que no que yo en ella mande...

Tres letras para cantar
fragmento
Sor Juana Inés de la Cruz
Siglo XVII

lunes, 1 de agosto de 2011

Lágrimas vivas


La dicha suprema

Sed de llorar sin saber
siquiera porqué se llora...
Delicia desgarradora
de entregarse y padecer.



Arrobamiento sombrío
de la noche enamorada,
profundamente llorada
de estrellas y de rocío.

Leopoldo Lugones

sábado, 23 de abril de 2011

De la única verdad de la vida, tu risa en movimiento.

 
Posted by Picasa



Cuando por fin supe de tí, una hermosa tarde cálida en un espléndido departamento de la calle de Francisco de Garay, no pude imaginar que sería para siempre que recordaría esa sonrisa. Después fue en una casona virreinal de la calle de Venustiano Carranza una tarde agobiante. Te volví a ver cuando entrabas por el portón señorial y extendías tu amplia algarabía por todo el palacio. Luego han seguido vertiginosos días de risa, calor, humedad, desolación y bonanza. Paseamos con tu lebrel blanco por la alameda, hemos disfrutado horas largas en los cines, conocimos de la conversación exquisita sobre muchas mesas con café de por medio.

Después surgió el daguerrotipo y su embeleso y corrimos por las calles buscando aquello digno de esclavizar en una foto. Caminatas por las viejas calles, coincidencias fabulosas, desfiles interminables de hombres guapos frente a nosotros. Y conocí a mi rey. Tu, primero que nadie, supiste de él. Se conocieron después y escucharles reír por las habitaciones del palacio me llenaba de gozo.


Pero los demás no saben que tu me levantaste en mi noche más triste, que me alentaste en mis horas de angustia. Tampoco saben lo que esperamos juntos hasta que te tomaron en volandas y te depositaron en una cama que promete tanta salud como enfermedad por dosis irregulares.

Viajé a mi condado con la incertidumbre de tu paradero, pero un noble amigo tuyo me comunicó infaustas noticias, estás en el umbral. Con el corazón traspasado por dagas crueles me refugié en mi biblioteca y busque el soneto más desolador:

En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.

¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta.
Gabriela Mistral.

Sin embargo ahora este dolorido poema no me deja consolado como antes. El descarnado sentimiento ascético de los seguidores de Jesús ya no es suficiente ni total. Hace poco (¡Ay, como quisiera contártelo al oído!) mi rey me llevó a donde los derviches giran, un templo hermoso, una mezquita acogedora y secreta. Y me inició en el misticismo de las enseñanzas de Rumi. "Reconocer que Allāh está mas cerca de nosotros que nuestra yugular y nuestra propia respiración. Creer es algo muy endeble; saber que somos parte de Allāh y somos parte intrínseca de Él es lo importante..." decía la Sheika.

He recibido noticias mas tristes sobre tu salud, hermano mío. Y en la soledad de mi biblioteca entoné los poemas del profeta Rumi:


Si es posible el metal pulir,
hasta que parezca un espejo,
¿Cuánto es posible pulir,
del corazón el espejo?
Difieren solo en un punto
el corazón y el espejo,
el corazón secretos oculta
ninguno guarda el espejo.

La muerte pone fin a la angustia de la vida.
Y, sin embargo, la vida tiembla ante la muerte...
Así tiembla un corazón ante el amor,
como si sintiera la amenaza de su fin.
Porque allí donde despierta el amor,
muere el Yo, el oscuro déspota.

A través de la eternidad
La Belleza descubre Su forma exquisita
En la soledad de la nada;
coloca un espejo ante Su Rostro
y contempla Su propia belleza.
Él es el conocedor y lo conocido,
el observador y lo observado;
ningún ojo excepto el Suyo
ha observado este Universo.


Despierta al amor, amigo mío. Despierta al calor y la hermosura de la vida dondequiera que sea: en la tierra junto a tus amigos o en el más allá. En cualquier sitio que te encuentres estará mi corazón regocijado por saludarte y por haber podido conocer al gran ser humano que eres.

jueves, 14 de abril de 2011

El milagro y la Sura.



Allah sabe quienes son los que de entre vosotros ponen obstáculos y les dicen a sus hermanos: ¡Venid a nosotros! Y están poco tiempo en combate. Son mezquinos con vosotros; y cuando aparece el miedo los ves que te miran con los ojos dando vueltas como el que está en trance de muerte. Y cuando el miedo se aleja os hieren con sus afiladas lenguas codiciosos de los bienes... Sura de los Coligados.

Algo, supongo, me ha querido comunicar Allah.

miércoles, 21 de julio de 2010

Madrigal con xolozcuintle




Madrigal romàntico

Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve que tenìa
la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en agonìa

...Y sucediò que un dìa
aquella mano suave
de palidez de lirio
de languidez de cirio
de palpitar de ave
se acercò tanto a la prisiòn del beso
que ya no pudo màs el pobre preso
y se escapò; màs con voluble giro
huyò la mano hasta el confìn lejano
y el beso que volaba tras la mano
rompiendo el aire se volviò suspiro.

Luis G. Urbina

jueves, 13 de mayo de 2010

Tres pensamientos peregrinos

I
"Bajo eufemismos como "pacificación", "congregaciones", "repartimiento" y "encomienda" se oculta lo que autores como Friederici y Bitterli han preferido llamar, respectivamente, "política del terror" y "régimen de terror", entendiendo por esto asesinatos en masa, deportaciones igualmente masivas, robo, saqueo, esclavitud y aniquilación cultural..." Víctor Jiménez y Rogelio González, El Ex-Obispado de Oaxaca. Un caso singular en la arquitectura colonial mexicana...


Palacio de la Inquisición, siglo XVIII, Ciudad de México. El escudo del remate reza: "Levántate, Señor, y juzga tu causa".


II
"Las demostraciones patrióticas y las exhortaciones religiosas ayudan a mantener la confianza en la validez de las concepciones socialmente construidas (cf. Berger y Luckmann, 1967). Las concepciones alternativas de la realidad, que amenazan estas creencias, pueden llegar a desquiciar muy especialmente a los autoritarios al poner en evidencia su prejuicio contra otras visiones o concepciones..."
William F. Stone, "Manipulación del terror y autoritarismo"




III
"Como dice Kertesz, en esta coyuntura en donde la verdad y la mentira son consideradas en sentido extramoral, como ya había anunciado Nietzsche, el soldado se convirtió en asesino profesional; el capital, en una gran fábrica equipada con hornos crematorios y destinada a eliminar a los seres humanos; la ley, en reglas de un juego sucio; la libertad universal, en una cárcel de los pueblos, y el sentimiento nacional, en genocidio..."
Josetxo Beriani, "Introducción: Modernidad, barbarie y violencia colectiva"



Paseo de la Reforma, Ciudad de México, enero de 2010.