lunes, 1 de agosto de 2011

Lágrimas vivas


La dicha suprema

Sed de llorar sin saber
siquiera porqué se llora...
Delicia desgarradora
de entregarse y padecer.



Arrobamiento sombrío
de la noche enamorada,
profundamente llorada
de estrellas y de rocío.

Leopoldo Lugones